Los sistemas informáticos en la actualidad pueden ser víctima de diversos tipos de siniestro: ataques remotos por parte de hackers o de virus informáticos, destrucción física de los soportes de almacenamiento, e incluso eliminación accidental por parte de un usuario autorizado. En estos casos se recurre manual o automáticamente al backup para restaurar la información perdida, minimizando así las pérdidas en materia de datos o información.
Antes de que los datos sean enviados a su lugar de almacenamiento se lo debe seleccionar, extraer y manipular. Se han desarrollado muchas técnicas diferentes para optimizar el procedimiento de efectuar los backups. Estos procedimientos incluyen entre otras optimizaciones para trabajar con archivos abiertos y fuentes de datos en uso y también incluyen procesos de compresión, cifrado, y procesos de duplicación, entendiéndose por esto último a una forma específica de compresión donde los datos superfluos son eliminados.